domingo, 18 de agosto de 2013

Estigmas

      - "¿De dónde viene?”
       - "De San Vicente del Caguán"

Y a partir de ese momento dijeron que era guerrillero. Pero Cristian no es guerrillero. Es un joven de 26 años que nació en ese municipio como pudo haber nacido en cualquier otro. Hoy solo sabemos que San Vicente del Caguán es zona guerrillera, que fue la zona que “Pastrana le entregó a la guerrilla de las Far” y en el país de los estigmas nacer, vivir o venir de allá es ser de las FARC.

Lo mismo pasa con Mapiripán y el Catatumbo. Con Urabá y San José de Ralito. Los primeros son guerrilleros. Los segundos paramilitares, o para políticos, o las dos.

En estos 50 años, la narración del conflicto en Colombia pasa necesariamente por hitos temporales y espaciales que permiten marcar sus puntos de giro. En Mapiripán nació la guerrilla. En el Caguán casi ganan la guerra. En Urabá se planeó acabar con todo lo que pareciera de izquierda. Y en Ralito se negoció la impunidad.

Y es con estos nombres que hoy entendemos las transformaciones de la guerra en Colombia: Los nuevos escenarios, la aparición de nuevos grupos armados, sus nuevas estrategias y acuerdos. Ralito, por ejemplo, explica por qué antes se hablaba de paramilitares y hoy se habla de Bacrim. El Caguán, por su lado, explica por qué los diálogos de paz de Santos son en La Habana y no en Colombia.

Pero existen otras narraciones. Las de quienes han vivido todos estos momentos de cerca, y quienes saben, más que cualquiera de nosotros, que detrás de estas fechas y estos lugares emblemáticos se han dado largos procesos de transformación. Y solo en la medida en que la narración de estos procesos acompañe la narración del conflicto como línea de tiempo, los sanvicentunos dejarán de ser guerrilleros, los de Ralito dejarán de ser paramilitares y Cristian podrá volver a ser Cristian, una víctima del conflicto en Colombia que también tiene una historia para contar.

La construcción de paz en Colombia pasa por las negociaciones, los acuerdos, el cese al fuego y los cambios institucionales pero ¿podremos también dejar atrás los estigmas?